(...)cuando contemplo estas naciones que actualmente florecen por doquier, no veo en ellas, y Dios me salve, otra cosa que las malas artes de los ricos, que realizan sus negocios bajo pretexto y en nombre de la comunidad. Imaginan e inventan todas las trampas posibles, tanto para almacenar -sin temor a perderla-, la mayor riqueza adquirida ílicitamente, como para obtener al menor precio posible las obras a costa de los sudores de los pobres, haciéndolos trabajar como bestias. Y estas perversas intenciones las dictan los ricos como ley en nombre de la sociedad, y de los mismos pobres por lo tanto. Sin embargo, esos perversos seres, aun después de repartirse con insaciable avaricia lo que sería suficiente para las necesidades de todos, están muy lejos de la felicidad que se disfruta en Utopía. Allí, eliminado el uso del dinero, y con él la codicia, ¡cuántos males no se evitan y cuántos crímenes son extirpados! ¿Quién no sabe que fraudes, robos, rapiñas, riñas, tumultos, sediciones, asesinatos, traiciones, envenenamientos, castigados pero no evitados con tormentos, desaparecerían si desapareciese el dinero? Y de esta forma el miedo, los temores, las angustias, los cuidados, las vigilias desaparecerían al mismo tiempo que el dinero, y la misma pobreza, única que parece que necesite el dinero, si fuera eliminado este, también disminuiría(...)
Fragmento de Utopía (1516, Tomás Moro)
Odio ser insistente, pero mi amigo Tomás me dio las palabras más justas para describir una idea que da vueltas y vueltas en mi cabeza...
Lo que encuentro más sorprendente del contenido de sus palabras es su profetizadora ubicación temporal. No deja de llamarme la atención el hecho de que ya hace casi 500 años después, podamos re-interpretarlo en un mundo que sufre los mismos trastornos y casualmente, en esencia, el mismo sistema económico "monetarista".
Sí, claramente podemos identificar rápidamente algunas diferencias, en aquellos tiempos no existían los "gerentes", o "CEO de ésta o aquella multinacional" que en comparación a los "ricos" que Moro se refiere estarían a 10 millones de años luz de distancia. Las empresas privadas con fines de lucro era tan sólo un embrión, y fue recién 220 años después de estos escritos, la Revolución Francesa a cargo de los incipientes "burgueses", iba a dar nacimiento a esta nueva forma de (porq no?) vida, que su vez sentó las bases de nuestro mundo actual.
Cuando el autor se refiere a -estas naciones que actualmente florecen por doquier-, señala a las nuevas "naciones" que se desarrollaban en el Nuevo Mundo colonizado, donde los salvadores blancos socorrían a los salvajes (naturalmente inferiores) de sus costumbres satánicas y de su falta de conocimiento sobre como administrar sus recursos naturales y riquezas. (muchas gracias!!!!!)
Los seres humanos sabemos naturalizar muy bien todo aspecto posible que incluye nuestro mundo, es decir, sobre costumbres, creencias, mitos, esterotipos, diferencias, contrastes, injusticias, malestares, etc. A tal punto que perdemos la potencial creatividad que nos permite construir un lugar como para preguntarnos: "pero... si en vez de meter gente en la cárcel y llamarlos "negros cabeza" no buscamos la manera de evitar de que terminen ahí y de que no tengamos que marginarlos mediante maltrato y estigmatizaciones por miedo a lo que nos puedan llegar a robar o hasta matar para conseguirlo???" generalmente la respuesta a esto es: "es así, siempre va a haber gente que tiene más y gente que tiene menos... entonces la delicuencia es inevitable! las carceles tienen que existir!!!" Convivimos constantemente dentro de estas falacias, en todos los ambientes sociales en donde nos manifestamos: nuestra familia, la escuela, los medios, nuestros amigos obviamente, ya que se desarrollan en nuestras mismas instituciones sociales... ¿Pero esta aparente realidad, que se desarrolla y nos invade por todos los frentes, es la única? Quiero decir, si Tomás Moro hace 500 años, sin haber sufrido el trabajar en una multinacional 48hs semanles (incluidos Sabados y Domingos por supuesto) por un sueldo que está diseñado para no alcanzar el bienestar... tuvo la capacidad de detenerse a cuestionar estas cosas, acaso nosotros hoy no tenemos más razones para hacerlo? más chicos sucios, hambrientos, mal educados, tristes y condenados? más adicctos a las drogas? y una diferente pero para nada opuesta forma de esclavitud laboral?
Y cuando el autor describe los males que acarrea el dinero, muchos también pensarán que todos esos males son causados por los "instintos naturales" que nuestra especie trae precargados (como una suerte de Windows cuando te compras una notebook nueva...) en su genoma, y ahi nuevamente, y de una manera extremadamente simple, NATURALIZAMOS el mal, lo cargamos a nuestra sangre, pero nunca a nuestra mente y las creaciones que salen de ella, las cuales son perfectamente MODIFICABLES, y absolutamente mutables.
El dinero, protagonista "de reparto" de nuestra vida, es el objeto por excelencia que demarca los límites de nuestros deseos, posibilidades, oportunidades, educación, alimentación... y, paradójicamente, es el que menos comprendemos. No conocemos de donde proviene, como se produce, porque riquezas esta respaldado, como se distribuye dentro de una sociedad ni que características le dan a la nuestra en particular. Tenemos esa falsa visión. No hay límites para nuestros deseos, un objeto de papel estampado NO DEBE LIMITAR NUESTRAS MENTES, aunque si es cierto que día a día, generación a generación, esta guerra implícita e imperceptible que juegan nuestras mentes contra el poder del dinero (otras mentes, que poco a poco se va despegando de toda figura humana), parecería que nos va ganando. Las diferencias cada vez más escalonadas y mal proporciondas del reparto de éste, nos fragmenta: produce intereses opuestos que nos enfrentan, inyecta necesidades innecesarias, demandan de nuestra mente sólo una actividad plenamente mecánica funcional al aparato económico y no humana, basada en la actividad inventiva y creativa. Hace que temamos y desconfiemos de cualquier otro ser humano, que compitamos pero nunca que nos ayudemos. Hace perpetuar (como bien ironiza Moro) la pobreza, porque se vuelve necesaria para que el dinero se torne un bien que "escasea"y así tome valor, es decir, la energía necesaria para mover la máquina de acumulación de riquezas. ¿Qué sería de los bancos si no podrían ubicar sus préstamos a la clase media, si esta no lo necesitase para comprar su casa? ¿Quienes servirían a los "ricos" de los countrys, barrio norte, recoleta o belgrano "r" como personal doméstico? Acaso algun vecino de ellos tendría ganas de limpiarle el baño? Aunque no nos guste escucharlo, la aceptación de un sistema que se basa en dinero, incluye inevitablemente la corrupción de las personas que participan en él, y ésto siginifica que todos somos corruptos. Somos corruptos, en cuanto a nuestro ética, a nuestros principios humanos. Estamos obligados a mentir a modo de instrumento de competencia comercial; estamos obligados a vender nuestra mano de obra, nuestros conocimientos, dejando a otro sin trabajo, por la necesidad indiscutible de sobrevivir, somos tentados a discriminar, marginar, burlar, o peor aún, inferiorizar a otro ser humano, lo cual se convierte en provechoso cuando nuestro objetivo es acumular más dinero, y por ende poseer más poder... no hay escapatoria por lo menos para ser "un poco menos" cómplice de los crímenes que comete este sistema?
Un buen comienzo, es cuestionarse. El dejar de aceptar las cosas tal cual son, y buscarles una alternativa. Quizás de esta manera, las respuestas a ésta última pregunta vayan aflorando naturalmente, tan naturalmente como la mirada que transmiten los ojos inocentes de un niño todavía, desinfectado de los gérmenes de nuestra sociedad.
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